Vivimos en una cultura en general, y en un sistema de salud en particular, que prefiere intervenir en el síntoma a profundizar en la causa. La medicalización de un gran porcentaje de la sociedad por problemas derivados a la salud mental, como depresión o ansiedad, es alarmante. Afortunadamente, los paradigmas y diferentes tipos de terapias que conciben a las personas desde una dimensión holística son cada vez más populares. ¿Sabías que la creatividad puede ayudarnos a hacer frente a las situaciones más complicadas?
De hecho, la creatividad puede contribuir en: mejorar la confianza, aumentar la capacidad para resolver problemas, desarrollar la imaginación, aumentar el entusiasmo, generar curiosidad intelectual, favorecer la capacidad para afrontar retos y reducir el estrés y la ansiedad, entre otros.
La Arteterapia es una disciplina vinculada a la psicoterapia que utiliza el arte y la creatividad como medio para mejorar el bienestar emocional, físico y mental de las personas. Se enfoca principalmente en dar valor al proceso creativo como experiencia, y no tanto en el resultado final. Aunque la Arteterapia es mayormente conocida desde el ámbito de las bellas artes, la realidad es que abarca casi cualquier tipo de disciplina artística: la música, el teatro, el dibujo, la escritura, la danza…
En Why Not, trabajamos principalmente desde las artes plásticas y la escritura, aunque siempre estamos abiertas a expandir los límites cotidianos y alguna vez nos hemos atrevido a dejar las sillas en una esquina y a agitar el cuerpo, por ejemplo.
Las participantes se encuentran con la emoción de embarcarse en una actividad diferente cada día, pero con la seguridad de que anteponemos siempre el respeto y la libertad personal: los límites los pone una misma. En este marco, es muy habitual escuchar ese mantra que dice…: “Yo no sé dibujar”, o “yo no soy bueno escribiendo”, o “yo… -Rellene usted con la supuesta carencia que elija-”.
Cada vez que se nombran estas inseguridades, nuestra respuesta es siempre la misma: “no importa”. Y, es que, no estamos acostumbradas a hacer algo sin prestarle atención al resultado final, que es justo lo que proponemos.
Buscamos perdernos -y encontrarnos- en la fluidez del momento, con los materiales, las imágenes, los sonidos o las palabras que harán de puente entre el corazón y la materia.
Tras unos meses de actividad, nos hemos encontrado un grupo más o menos estable con un gran sentido de comunidad. El dibujo abstracto, la escritura automática, el collage o el lettering son algunas de las técnicas que ya hemos practicado durante los talleres; y, sin duda, al menos por nuestra parte, lo que más ha enriquecido este proceso ha sido preguntarnos cada semana qué es lo que necesitan los usuarios: cuál es el tema a tratar y de qué manera lo trataremos, es decir: elegir para ello los ejercicios y materiales más adecuados.
Los talleres que impartimos en Why Not son un espacio de encuentro, juego, creación y expresión emocional. La respuesta a la pregunta anterior siempre nos la han dado ellos y ellas: no es tan importante el motivo que nos reúne, sino la reunión misma. Lo más sanador del círculo es el círculo mismo. Es decir, la intención con la que compartimos este espacio, y esa intención es el amor.
Maddi Goikoetxea y Sara Galán.